Principales
teorías administrativas y sus enfoques
La
administración y las organizaciones son producto
de su momento y su contexto histórico social. Por tanto, la evolución
de la teoría de la administración se entiende en términos de cómo han resueltos
las personas las cuestiones de sus relaciones en momentos concretos de la
historia.
Administración
científica:
Administración
científico (Frederick Taylor),
Administración
científica es el nombre que recibió debido al intento de aplicar los
métodos de la
ciencia a los problemas
de la administración para lograra una gran eficiencia industrial. Los
principales métodos científicos aplicables a los problemas
de la administración son la observación
y la medición.
La teoría de la administración
científica surgió en parte por la necesidad de elevar la
productividad. A mediados del siglo XX, en Estados Unidos en especial, había
poca oferta
de mano de obra. La única manera de elevar la productividad era elevando la
eficiencia de los trabajadores. Así fue como Frederick W. Taylor,
Henry L. Gantt y Frank y William Gilbreth inventaron el conjunto de principios
que se conocen como la teoría de la administración científica.
Frederick
Winslow Taylor
(1856 – 1915)
Frederick
Winslow Taylor renunció a la universidad
y comenzó a trabajar como aprendiz de modelador y maquinista en 1875. Con esta
última categoría ingresó, en 1878, a la Midvale Steel Company, de Filadelfia, y ascendió hasta
el puesto de ingeniero en jefe después de obtener un grado de ingeniería
asistiendo a clases nocturnas. Inventó herramientas
de alta velocidad
para cortar acero
y la mayor parte de su vida se desempeño
como ingeniero consultor. Por lo general se reconoce a Taylor como "el padre de
la administración científica". Probablemente ninguna otra persona ha tenido una
repercusión mayor sobre el desarrollo
inicial de la administración. Sus experiencias como aprendiz, como obrero común,
capataz, maestro mecánico y luego ingeniero en jefe de una compañía aserrera, le
dieron una amplia oportunidad para conocer de primera mano los problemas y las
actitudes
de los trabajadores y observar las grandes posibilidades para mejorar la calidad
de la administración.
La
famosa obra de Taylor titulada Principles of Scientific Management se publico en
1911. Sin embargo, una de las mejores exposiciones de su filosofía de la
administración se encuentra en su testimonio ante un comité de la Cámara de Representantes de los
estados Unidos; se le obligo a defender sus ideas ante un grupo de congresistas,
la mayoría de ellos hostiles debido a que creían, junto con los líderes de los
trabajadores, que las ideas de Taylor conducirían a un exceso de trabajo y al
despido de trabajadores.
Taylor
fundamento su filosofía en cuatro principios básicos. Se observará que estos
preceptos no se encuentran muy alejados de las creencias fundamentales del
moderno administrador. Es cierto que algunas de las técnicas de Taylor y sus
colegas y seguidores se desarrollaron con el fin de poner en práctica su
filosofía y principios que tienen ciertos aspectos mecanicistas.
- Principio de planeación: sustituir el criterio individual de obrero, la improvisación y la actuación empírica en el trabajo por métodos basados en procedimientos científicos. Cambiar la improvisación por la ciencia mediante la planeación del método.
- Principio de preparación: seleccionar científicamente los trabajadores de acuerdo con sus aptitudes; prepararlos y entrenarlos para que produzcan más y mejor, de acuerdo con el método planeado. Además de la preparación de la fuerza laboral. Se debe preparar también las máquinas y los equipos de producción, así como la distribución física y la disposición racional de las herramientas y los materiales.
- Principio de control: controlar el trabajo para certificar que se ejecute de acuerdo con las normas establecidas y según el plan previsto. La gerencia tiene que cooperar con los trabajadores para que la ejecución sea la mejor posible.
- Principio de ejecución: distribuir de manera distinta las funciones y las responsabilidades para que la ejecución del trabajo sea más disciplinada.
Taylor
sostenía que el éxito
de estos principios requería una "revolución
total de la mentalidad" de los obreros y patrones. En lugar de pelearse por las
utilidades, las dos partes debería poner su empreño en elevar la producción y,
en su opinión, al hacerlo, las utilidades aumentarían a tal grado que los
obreros y los patrones ya no tendrían que pelearse por ellas. En pocas palabras,
Taylor pensaba que tanto obreros como patrones tenían el mismo interés
en elevar la productividad.
Taylor
fundamentó su sistema de administración en estudios de tiempo de la línea de
producción. En lugar de partir de métodos laborales tradicionales, analizó y
tomó el tiempo de los movimientos de trabajadores siderúrgicos que realizan una
serie de trabajos. A partir de este mismo estudio, separó cada uno de estos
trabajos en sus componentes y diseñó los métodos más adecuados y rápidos para
ejecutar cada componente. De esta manera, estableció la cantidad de trabajo que
deberían realizar los trabajadores con el equipo y los materiales que tenían.
Asimismo, sugirió a los patrones que le pagaran a los trabajadores más
productivos una cantidad superior a la de los demás, usando una tasa
"científicamente correcta", con lo que beneficiarían tanto a la empresa como al
trabajador.
Así,
se fomentaría que los trabajadores superaran los parámetros de sus resultados
anteriores, con miras a obtener un mejor sueldo. Taylor llamó a su plan
el sistema de tasas diferenciales.
ContribucionesLa
línea moderna de montajes arroja productos
a mucha mayor velocidad
de la que Taylor podría haber imaginado jamás. Este milagro de producción es uno
de los legados de la administración científica. Además, sus técnicas para la
eficiencia han sido aplicadas a muchas organizaciones que no son industriales,
desde los servicios del ramo de la comida rápida, hasta la capacitación
de cirujanos.
Limitaciones
Si bien los métodos de Taylor produjeron un notable aumento de la productividad y mejores sueldos en una serie de casos, los trabajadores y los sindicatos empezaron a oponerse a este enfoque, por temor al hecho de que trabajar más y mayor velocidad agotaría el trabajo disponible y conduciría a los recortes de personal.
Si bien los métodos de Taylor produjeron un notable aumento de la productividad y mejores sueldos en una serie de casos, los trabajadores y los sindicatos empezaron a oponerse a este enfoque, por temor al hecho de que trabajar más y mayor velocidad agotaría el trabajo disponible y conduciría a los recortes de personal.
Es
más, el sistema de Taylor significaba, claramente, que los tiempos eran
esenciales. Sus críticos se oponían a las condiciones "aceleradas" que ejercían
una presión
desmedida en los empleados para que trabajaran cada vez a mayor velocidad.
La
importancia concedida a la productividad, y por extensión a la rentabilidad,
hizo que algunos gerentes explotaran a los trabajadores y clientes.
En consecuencia aumento la cantidad de trabajadores que se sindicalizaron y que,
con ello, reforzaran el patrón de suspicacia y desconfianza que ensombreció las
relaciones obrero – patronales durante muchos decenios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario